Dos señoras resignadas
un mes eterno, resiliencia y resignación, una escultura hermafrodita, una artista de la fragilidad, una losa de mármol creando vida y una apuesta (casi) segura
Buenos días, respira, ya es febrero. Después de un enero delirante que ha durado eternamente, llega el mes más corto del año: cuatro semanas de escrupulosa rutina, ni un festivo a la vista. Nosotras, viendo cómo se descuajaringaban todos nuestros propósitos, hemos optado por abrazar el año nuevo chino como excusa para volver a empezar. ¿Oportunismo? ¿Apropiación cultural? ¿Pragmatismo extremo? ¿Somos unas aprovechadas o simplemente dos señoras que necesitan una ilusión? No nos juzgues, no sabemos hacerlo mejor después del panorama que se nos está quedando.
Para sobrevivir, resiliencia y resignación. Como sabes, la lista de motivos para abandonar instagram es cada vez más larga: la ultraderecha, los megamillonarios, el fomo, el nuevo formato del feed, la salud mental, la dependencia, la validación externa, la falta de privacidad, el consumo compulsivo. Too scared to leave but too tired to stay, ¿verdad? No vamos a negar que hemos coqueteado con la idea de borrarnos todas las apps, convertirnos en ermitañas y vivir felices haciendo crecer un huerto, lejos de la presión social, el agotamiento digital y el perpetuo scroll. Pero de momento aquí estamos, llenas de buenas intenciones y con la esperanza de que esta newsletter nos sirva como excusa para alejarnos de las pantallas y lanzarnos a la calle a ver cosas bonitas —o feas, grotescas, transgresoras, irrelevantes, profundas, mediocres, nuevas, viejas, abstractas, simbólicas—, nos da igual. Seguimos remando.
🐌 la exposición
Precisamente, una de las cosas que te servirá para alejarte del móvil y conectar con lo físico es la exposición Ellas, las otras y todas las demás en àngels barcelona, donde Mònica Planes trabaja a partir del descubrimiento, durante su residencia en la Academia de España en Roma, de un tipo de escultura muy peculiar: la Hermafrodita durmiente. A diferencia de otras esculturas clásicas, esta no tiene ni delante ni detrás; es solo un cuerpo durmiente, esculpido en el momento exacto en el que empieza a activarse para darse la vuelta y cambiar de posición. Su torsión obliga a rodearla, resiguiéndola para poder verla entera, ya que no consigues entenderla hasta que no le has dado la vuelta. Al hacerlo, la sábana que la tapa se descubre y puedes llegar a ver asomar un poco lo que esconde debajo, a medida que su vientre se separa del suelo. Actualmente solo se conservan ocho Hermafroditas durmientes, en época romana fue una tipología muy popular (y no nos extraña).
Mónica Planes utiliza su propio cuerpo para crear las obras que vemos en la galería, anclándolas en la escala humana y poniendo en relación el movimiento, el espacio y la conexión erótica entre el material y el cuerpo. Utilizando materiales primarios como arena de construcción y cemento, se vincula con el legado clásico. Colocados frente a las esculturas y los colchones, la artista coloca cuatro pedestales de madera y paja, que muestran un nuevo desarrollo en su práctica, invitándonos a rodearlas y evocando la fluidez del movimiento y la danza moderna. Al basar sus obras en el cuerpo y en sus movimientos, transforma la escultura en un lugar de intimidad y vulnerabilidad. Se enfoca en el proceso, desafiando el canon occidental que prioriza formas idealizadas, a través del ritmo y la encarnación.
🧪 la artista
Hoy traemos otra artista que nos encanta, y es que Stella Rahola Matutes despliega su arte como una especie de alquimia visual, entre la escultura y la instalación, pero también entre lo tangible y lo intangible, llevando la fragilidad a otro nivel. Aunque se formó en arquitectura, poco a poco ha ido interesándose cada vez más al mundo del arte, a través de los espacios y las interacciones que se dan en ellos. Trabaja principalmente con borosilicato, un tipo de vidrio que se fabrica exclusivamente de forma artesanal. Su relación con los talleres de soplado es casi simbiótica: mientras ella obtiene trozos rotos durante la producción, de accidentes, descartes o intentos fallidos como material para sus instalaciones, ellos aprovechan para deshacerse de un desperdicio para el que, todavía a día de hoy, no existe ni una planta de reciclaje en España. Envàs, on vas?
En su obra, vemos que la fragilidad no es un defecto sino un elemento esencial que celebra la transitoriedad de todo lo que existe. Para la artista, todo esta vivo, incluso el vidrio que, lejos de ser algo rígido e inmutable, respira y cambia con el tiempo. Su trabajo desafía así la dualidad vida-objeto, proponiendo una relación más empática con las cosas que nos rodean, que a la vez nos invita a reflexionar sobre cuestiones como la permanencia, la memoria, la constante transformación de la materia y nuestra relación con lo efímero.
📸 la curiosidad
Precisamente, es una instalación de Stella Rahola Matutes lo que nos ha despertado la curiosidad estos días. Y es que si te acercas a la galería Fuga podrás ver, en el centro de la sala, una losa de mármol que cobra vida. Sí, lo que oyes. La artista ha colocado en suelo un fragmento de piedra extraída del Pabellón Mies van der Rohe que fue inoculada1 con musgo el día de la inauguración. Desde entonces y hasta mediados de marzo, la piedra será cuidada a diario y humedecida por artistas, galeristas y visitantes, como si se tratara de una delicada criatura, que sobrevive conectada al espacio por un tubo de látex a modo de cordón umbilical. El nombre de la pieza: La preñada. El objetivo: que brote la vida en los resquicios de la piedra. ¿Habrá que ir a ver cómo crece, no?
🎯 la recomendación
Y para terminar, este mes lanzamos los dados a nuestra suerte y nos aventuramos a recomendar algo que todavía no hemos visto. ¿Arriesgado? Puede ser, pero todo apunta a que apostamos al caballo ganador. Y es que tenemos mucha curiosidad por descubrir las Microóperas de hoy, un recorrido que revisa la ópera tradicional en clave contemporánea y reúne a artistas de diferentes disciplinas que exploran la relación entre música, nuevas tecnologías y nuevas dramaturgias, poniendo sobre la mesa algunos temas que nos agobian, nos preocupan y nos interesan muchísimo.
A partir de la inquietud compartida sobre la crisis climática, las comunicaciones interespecies y la acústica de la naturaleza, han montado un itinerario artístico vertebrado por sonidos, palabra e imagen. Haremos una putivuelta por tres espacios: el CCCB, el MACBA y el Liceu, donde encontraremos tres piezas de entre 15 y 20 minutos cada una. En el primer acto: El cielo no se guardará el secreto, Clara Aguilar, Sílvia Delagneau y Pol Guasch reflexionan sobre la historia de la belleza y la relación entre arte y naturaleza. En el segundo acto: Aura, Gabriel Ventura, Marina Herlop y Rosa Tharrats crearán una pieza de resonancias medievales, inspirada en las visiones de místicas como Hildegarda de Bingen, el arte románico, cantos melismáticos y ecos digitales, en un ambiente poblado de seres acuáticos y voces del más allá; un canto a la naturaleza como espacio de refugio, con el agua como elemento central. Para acabar, coge aire porque en el tercer acto: Desheredarás la tierra, junto a Miriam Cano, Fabià Santcovsky, Carlos Bunga y Carla Tovias que nos hablarán de un mundo devastado, donde la naturaleza ha perdido su capacidad de sustentar la vida y una figura ancestral invocará a las fuerzas de la sabiduría femenina, para conectar con las raíces y crear un vínculo entre la vida y la muerte. Casi nada.
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La inoculación es el proceso de introducir un agente, como un microorganismo, en un organismo mayor o en un medio para generar inmunidad, inducir una respuesta biológica o favorecer el crecimiento de cultivos.
me encanta cómo escriben, yendo a buscar borosilicato